“… Se trata
de un dulce común en Cádiz, pero donde tiene más fama es en Écija, donde lo
elaboran las monjas. En cualquier caso, por lo que he leído, se trata de una
receta tradicional en las provincias de Sevilla y Cádiz, así como en zonas
limítrofes de Córdoba (la mencionada Écija, sin ir más lejos) y hasta en
Granada. En general no es difícil de encontrar en la mayor parte de Andalucía,
pero su zona central de producción podríamos establecerla en ese eje
Écija-Sevilla-Cádiz”.
(Diario del
Goumert).
¡Cuánto me
han gustado siempre los cortadillos! Recuerdo que ya desde muy pequeña les
hacía una fiesta increíble cada vez que mi madre los compraba. Muy al contrario
que a otros, me encantaba sentir en la boca esa masa espesa y dulce que a veces
me costaba trabajo tragar. Me decía mi madre que yo era muy ansiosa y daba los
bocados más grandes de lo que debiera.
Una vez,
estando ya casaca y con mi primer hijo, mi marido me regaló por mi cumpleaños
una tarta de cortadillos que encargó expresamente en la Confitería San Joaquín.
Como alucinaba yo cuando me la entregó, y que poco duró en casa. Deliciosa!
Muchas veces
he intentado hacerlos pero solamente me ha resultado un simulacro de
cortadillos: A veces la masa dura como una piedra, otras imposible de modelar…
hasta tiré la toalla.
Ahora que
soy seguidora de tantos blogs de cocina, a cual más maravilloso, he ido
aprendiendo cantidades exactas y trucos para poder hacerlos sin ningún temor, y
puedo asegurar que me han salido de miedo.
Para ello
nos hace falta:
- Un molde desmontable que pueda ir al horno rectangular o redondo. Lo ideal es que sea rectangular. Yo no tenía rectangular desmontable y opté por usar el redondo, pero en el otro queda más bonito.
Para la masa:
- 500 gramos de Harina
- 250 gramos de Manteca de Cerdo
- 250 gramos de Azúcar Glas
- Medio Vaso de Vino Blanco
- Una Cucharadita de Agua
- Una Cucharadita de Canela en polvo
- Ralladura de un Limón
- 400 gramos de Cabello de ángel (yo usé una lata de “El Quijote”, pero si es el tiempo de las Cidras y os atrevéis a hacerlo casero, podéis ver la receta Aquí)
- Azúcar Glas para espolvorear por encima.
Un rato
antes de comenzar a trabajar la masa, dejamos la manteca de cerdo a temperatura
ambiente para que se ablande y encendemos el horno a 180º.
Una vez
ablanda la mezclamos con todos los demás ingredientes hasta que todo quede bien
integrado.
Dividimos la
masa en dos partes y una de ellas la colocamos en la base del molde. Repartimos
y apretamos bien hasta que todo el fondo quede cubierto.
Ponemos
encima la cidra o el cabello de ángel.
Y encima de
ésta la otra parte de la masa. En este paso hay que trabajar con cuidado puesto
que es una masa que se rompe fácilmente. No os importe ponerla a trozos y
unirlos con los dedos. El resultado no será nada bonito pero tranquilos que
cuando sale del horno está perfecta.
La
mantenemos en el horno unos 40-45 minutos.
Lo sacamos
del horno y esperamos que se enfríe antes de desmoldarlo.
Cuando esté totalmente
frío lo espolvoreamos de azúcar Glas y cortamos a trozos.
Sin lugar a
dudas una sencilla exquisitez.
Ça semble délicieux Bravo!!!!
ResponderEliminarQue ricos me llevo la receta para prepararséla a mi padre que les encantan, gracias por compartirla y un besote guapa.
ResponderEliminarGracias por visitar mi cocina, eres muy bienvenida.
ResponderEliminarUn abrazo, Isabel
Que buenísimos, te han quedado estupendos!!
ResponderEliminarYo no suelo preparar estos pastelillos, peor si los tomo a menudo, jejeje. Me los prepara mi mamá. Que suerte, verdad?
Un saludo y buena semana.
Que buena pinta, nunca los he probado, pero en cuanto tenga la oportunidad los hago ;)
ResponderEliminarUn saludo desde Valencia